Ruta Parque Paleontológico Los Dedos: Una navegación en el desierto de la prehistoria de Bahía Inglesa en Atacama

Vestigios marinos en las costas de Atacama han catapultado a Caldera y más específicamente a Bahía Inglesa como unos mayores yacimientos fosilíferos de América Latina, en este contexto y tras ser declarado Monumento Nacional en el año 2004, pasó de ser administrado por la municipalidad local a ser parte de la Corporación para la Investigación y Avance de la Paleontología e Historia Natural de Atacama, CIAHN.

Para situarnos en el mapa, el parque se encuentra en la costa chilena, frente a la localidad de Bahía Inglesa, una de las playas más bellas del país, que cuenta con gran afluencia de turistas durante todo el año, teniendo su pic en verano. Con una importante apuesta hotelera, gastronómica, camping y criaderos de ostiones, los que se pueden comer recién salidos del mar con limón y sal. Sin embargo, es conocida por sus aguas turquesas y de una temperatura, bastante más agradable que de otras playas, principalmente de la zona centro y sur del país. Esa – y mucho más- es parte de la costa que hoy existe en la Región de Atacama.

Pero ¿Cómo se ha formado? Gran pregunta, sobre todo si es el mismo suelo es el que esconde y de a poco deja aflorar las huellas de lo que hoy es el mismo Desierto de Atacama, el más árido del mundo, el que está informando de la prehistoria en el lugar, encontrándose vestigios de 13 a 16 millones de años, del Período Neógeno, ex Terciario Superior.

Fue el propio geólogo Maurice Guicharrousse, encargado del Parque Los Dedos, quien nos dio la bienvenida y nos condujo a un recorrido por el lugar al que llegamos por segunda vez, luego de la primera experiencia en el año 2021. Ver video aquí. Parque Paleontológico Los Dedos, Caldera, Región de Atacama, Chile.

Acceso

El Parque Paleontológico los Dedos, que toma su nombre por la forma en la que se puede observar del aire, que simula una mano, con senderos que representan los dedos y que nos conducen a conocer más acerca de la historia en el lugar.

Se ubica a unos 12 kms. de Caldera y se puede acceder a él por la Ruta C-354 hacia el balneario de Bahía Inglesa, tras un recorrido desde el centro de la ciudad, para luego tomar el desvío por la Ruta C-302, hacia Puerto Viejo, recorriendo unos 7 kms.

La entrada al Parque es gratuita y se puede visitar de martes a domingo de 10 a 18 horas y sólo es necesario la reserva, en caso de que el grupo sobrepase las 15 personas y quieran un recorrido guiado al whatsapp +56999483978 o al parquepaleontologico@ciahn.cl.

Al lugar llegamos invitados por el Servicio Nacional de Turismo, Sernatur, de Atacama, quien promueve el parque como un panorama imperdible entre otras muchas rutas que descubrir en la región del chañar, el aceite de oliva y playas paradisíacas, grandes cordilleras y riqueza patrimonial e histórica ancestral.

Es así que nos recibió la primera sorpresa que consiste en la entrada que simula una boca del Megalodón, una especie de tiburón gigante que habitó la zona en la que hoy podemos recorrer, con guías especializados en paleontología y que nos cuentan cómo las costas de Chile eran habitadas por especies como el perezoso marino, los gaviales, los pelagornis chilensis, entre otras hoy extintas, pero que de alguna u otra forma cuentan acerca de los cambios que ocurren en la tierra en millones de años.

Maurice Guicharrouse explicó que “es una experiencia diferente, en este lugar, en que tenemos fósiles marinos de 8 millones de años, vivir la experiencia de estar bajo el agua, sin estar bajo el agua, conocer un poco de lo que es vivir la paleontología de Atacama y conocer un poco de la historia de esta tierra”.

En el lugar se encuentra una réplica del Pelagornis Chilensis a escala 1:1, que muestra la magnificencia del ancestro de aves como el albatros, el pato, entre otras, que medía 1.20 metros de altura y entre 6 y 7 metros de largo, y que pudo llegar a ser parte de este verdadero museo al aire libre, tras descubrirse fósiles de esta especie con coleccionistas en el extranjero. 

Asimismo, se recorre el lugar en grupos de turistas, alumnos, o simplemente personas interesadas en el tema, que acuden a empaparse del desierto desde esa prehistoria contada por profesionales altamente calificados y que dan cuenta de que hubo en el lugar megalodones, ballenas, delfines, gaviales, pingüinos, entre otros muchos. Donde se siguen encontrando vestigios de una frondosa flora y fauna marina, que cubría el lugar.

“En este parque ustedes van a poder caminar sobre los fósiles y estar viendo fósiles todo el rato, no hay ningún otro lugar donde ustedes puedan estar caminando y viendo fósiles del registro original del material que se encontraba en la tierra”, comparte el geólogo, encargado del parque, quien explica que “estamos hablando de un período de tiempo entre los 13 y los 16 millones de años, en el período neógeno, donde la capa de tierra acá en Atacama estaba bajo el mar, entonces estamos caminando en un fondo marino”, manifestó Guicharrousse.

La idea es, señala con convicción el experto, que los visitantes “ puedan entender como la vida cambia, como evoluciona, como este desierto, anteriormente era un fondo marino, y vivir bajo el agua e imaginar los animales que encontramos en el parque paleontológico, hechos fósiles”.

Tal vez, se puede pensar que es una materia densa para ser procesado por los niños y niñas, pero la verdad es que el parque cuenta en cada estación una historia de vida de las especies que lo habitaron, y cuenta además con réplicas e ilustraciones, que hacen más fácil la comprensión de todos quienes les visitan, cosas que además se pueden tocar, ya que en su mayoría, los originales se encuentran debidamente resguardados en el Museo de Caldera. Asimismo, desata la curiosidad en el estudio que realizan a nivel paleontológico en Atacama.

Sin duda, es un excelente panorama familiar, para grandes y chicos el que puede motivarlos a seguir alguna carrera ligada a las ciencias por la riqueza del discurso de sus acompañantes, que explican los estudios generados en la Región de Atacama, como también la pasión con la que detallan, como una película, el cómo la geografía chilena ha ido evolucionando a través de muchos millones de años, y que va mucho más de un paisaje de aguas cristalinas, sino más bien, de la huella que encontramos en el Desierto Más Árido del mundo.