Para capear altas temperaturas Gendarmería activó plan de mitigación por calor extremo
Beber agua periódicamente, ventiladores, dispensadores de agua helada en puestos laborales, compra de cooler para mantener líquidos fríos y la mantención de los aires acondicionados de los vehículos fiscales, son sólo parte de las medidas que Gendarmería región de O’Higgins, está tomando en las Unidades penales de la región, tanto para personas privados de libertad como para funcionarios cuyos puestos de servicio se vean expuestos al sol y las altas temperaturas.
La idea de las medidas es reducir eventuales consecuencias para la salud de las personas, tanto para la población penal como para el personal penitenciario que por su función se encuentra a mayor exposición del sol y las altas temperatura. Además, de dar cumplimiento a las directrices que entregó el Departamento de Salud y la Sección Prevención de Riesgos y Salud Ocupacional de la institución penitenciaria.
Cabe mencionar, que el anexo del “Plan Nacional de Emergencia por amenaza calor extremo”, el cual se encuentra validado por el Ministerio de Salud y por SENAPRED, establece como población en situación de riesgo, la recluida en establecimientos penitenciarios (considerándose como grupos de mayor vulnerabilidad).
Para el director regional de O’Higgins, Coronel Gonzalo Hermosilla, las altas temperaturas representan un riesgo para nuestros funcionarios, sobre todo para aquellos que trabajan en los puestos de centinela. “He instruido que cada jefe de unidad tome las medidas necesarias para que cada funcionario se mantenga hidratado y con las medidas necesarias para sobrellevar las altas temperaturas y que éstas no provoquen ningún problema de salud al personal.
Otro de los puntos en que el oficial pidió poner énfasis es en la supervisión de los privados de libertad, para ello se realizó un catastro de las personas privadas de libertad, que pueden verse afectada en su estado de salud por calor extremo, tales como: tercera edad, personas con discapacidad, dependencia y/o movilidad reducida, personas con enfermedades crónicas o farmacodependientes, mujeres embarazadas y lactantes, entre otros casos de vulnerabilidad, los cuales deben ser correctamente monitoreadas y atendidas, evitando así consecuencias negativas para la salud en este tipo de población.
