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El programa que les devolvió el paso firme: ¿Por qué recortar Más AMA en las comunas más envejecidas?

Por Karin Ortiz Cepeda, Psicóloga, exCoordinadora Regional de Senama O’Higgins.

En los salones comunitarios de la UCAM de Placilla, en el gimnasio municipal de Nancagua y en los pasillos del hospital de Pichilemu, se repite una escena que ha cambiado la vida de miles de personas mayores de 60 años: un kinesiólogo o kinesióloga y un terapeuta ocupacional guían a un grupo de personas mayores en ejercicios físicos, dinámicas cognitivas y conversaciones que fortalecen no solo el cuerpo, sino también el alma. Es el Programa Más Adultos Mayores Autovalentes (Más AMA), una iniciativa que surgió en el segundo gobierno de Michelle Bachelet desde el Ministerio de Salud en el año 2015, siendo desde entonces un pilar silencioso pero vital para el envejecimiento activo en Chile. Durante estos diez años, ha impactado profundamente en la calidad de vida de quienes han sido parte de él, en sus familias y en una comunidad entera que ha aprendido a mirar a «los mayores» de una forma distinta.

Hoy, este programa enfrenta una amenaza: podría desaparecer por recortes presupuestarios sugeridos por «expertos» a la Dirección de Presupuestos (Dipres), debido a su clasificación como “desempeño medio”, lo que ha llevado a recomendar su descontinuación para ahorrar recursos estatales. La alerta se encendió el viernes 5 de septiembre, cuando El Mercurio publicó un artículo que detallaba la propuesta de recorte a redes asistenciales, incluyendo este programa en una lista de 22 iniciativas, junto al programa 4 a 7 de SERNAMEG y el de tenencia responsable de animales de compañía de la SUBDERE. Una decisión que, de concretarse, afectaría gravemente a regiones como O’Higgins, donde comunas como Chépica, Pumanque y La Estrella tienen una de las mayores proporciones de población envejecida del país, y donde el programa ni siquiera ha llegado a ser parte de su oferta programática actual.

 

Un escudo contra la dependencia

Más AMA”, como suele llamársele a este programa de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, no es solo un taller. Es una intervención sociosanitaria que dura tres meses, con sesiones dos veces por semana, donde profesionales de la salud trabajan con personas mayores autovalentes —es decir, personas que aún no presentan dependencia— para prevenir el deterioro funcional, fortalecer la movilidad, la memoria y el vínculo social.

Las diversas intervenciones realizadas por este programa tienen un impacto profundo: mejoran el equilibrio, reducen el riesgo de caídas, estimulan la memoria y ayudan a mantener la autonomía de quienes enfrentan esta ya difícil etapa de la vida. Pero también generan comunidad. “Antes me dolía todo, ahora camino más segura y ahora me junto con mis amigas, las que me hice viniendo para acá”, cuenta la sra. Rosa, de 74 años, participante en Santa Cruz. 

Es más, en zonas rurales del interior de Colchagua y Cardenal Caro, donde el acceso a servicios especializados es limitado, este programa ha sido clave para evitar hospitalizaciones, aislamiento y deterioro precoz. Estamos hablando de prevención, de mejor calidad de vida para las y los vecinos que envejecen. Hablamos de tejido social que se fortalece en cada sesión, y sin duda, hablamos de salud en todas sus formas.

 

¿Dónde está y dónde falta?

Actualmente, Más AMA está presente en 21 comunas de O’Higgins, incluyendo Rancagua, Machalí, San Vicente, Santa Cruz, Las Cabras, Chimbarongo y Requínoa. Siendo que ya en las comunas de Peralillo, Pichidegua y Paredones funciona solo en media jornada, lo que limita su alcance.

Pero hay 10 comunas en nuestra región donde el programa no existe aún: como lo son Peumo, Marchigüe, Litueche, La Estrella, Chépica, Lolol, Pumanque, San Fernando, Coinco y Graneros. Donde todas estas comunas se han identificado con una alta proporción de adultos mayores y muchas están alejadas de centros urbanos, lo que agrava esta exclusión.

La comuna de Navidad, por su parte, y aunque geográficamente se emplaza en la región de O’Higgins, desde el mes de Enero de este año 2025 depende del Servicio de Salud de la comuna de San Antonio (región de Valparaíso), por lo que no se incluye en la red regional de oferta disponible.

 

Cobertura insuficiente, impacto evidente

A pesar de su efectividad, la cobertura del programa sigue siendo baja. En muchas comunas, los talleres se realizan en un solo centro de salud, con cupos limitados y listas de espera. En otras, como Pichidegua o Peralillo, la media jornada impide que se atienda a toda la demanda. Y en comunas como Marchigüe o Litueche, simplemente no existe. Lo que significa que miles de adultos mayores que podrían beneficiarse del programa están quedando fuera. En territorios donde el envejecimiento es acelerado y la ruralidad impone barreras, Más AMA debería ser una prioridad, no una opción.

Promover la actividad física en personas mayores de 60 años es fundamental para mejorar su calidad de vida, autonomía y bienestar, destacando los beneficios cognitivos y emocionales que ayudan a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, enfermedades de salud mental tan presentes en nuestra sociedad. 

 

¿Recortar o expandir?

La paradoja es evidente. Mientras el país discutido en los últimos años la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, se ha relevado el abandono social, la ausencia de cuidadores y un sistema de apoyo insuficiente para acompañar las necesidades de un grupo etario que crece a diario en nuestro país, es que “expertos externos de evaluación presupuestaria” han propuesto al gobierno la eliminación de un programa que justamente previene que las personas mayores lleguen a necesitar cuidados intensivos. 

Más AMA no solo mejora la calidad de vida, también reduce la carga para las familias y el sistema sociosanitario. Por eso, en vez de recortarlo, ¿no deberíamos expandirlo? ¿No debería llegar a cada rincón de Colchagua interior y Cardenal Caro, donde el envejecimiento es más profundo y silencioso?.

 

Un llamado urgente

La Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile ha levantado la voz, pidiendo que se reconsidere esta medida. Y desde los rincones rurales de O’Higgins, donde las personas mayores aún bailan cueca gracias a Más AMA, el llamado es claro: NO NOS QUITEN LO QUE HOY NOS MANTIENE DE PIE.

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