Sandboard: Cuando el desierto se vuelve la pista del deporte aventura
Por: Viviana Liberona Alegría, periodista.
Caminar en las dunas en pleno desierto, por sí solo ya parece un buen y gran ejercicio, que algunos eligen para que el sol cale hasta sus huesos y se empapen de la energía que emiten las arenas del desierto más árido del mundo, el Desierto de Atacama, y si a eso le sumamos una tabla, esa tarde de paseo puede convertirse en una gran aventura.
Llegamos una tarde hasta el Mar de Dunas en Copiapó y más específicamente a la Duna Ballena, invitados por Sernatur de la Región de Atacama. Desde el lugar que dejamos la van de turismo debimos caminar y atravesar unas tres o cuatro dunas. Voy a ser sincera, luego de la pandemia el físico no es el mismo y caminar en una duna pareció una odisea, a ratos la respiración me fallaba, paraba, me sentaba y retomaba la caminata.
No todos estábamos complicados algunos, como el conocido chico reality, Pangal Andrade, volaba por las dunas, literal, con un desplazamiento propio de un deportista, por su parte Luis Andaur, también tuvo buen desempeño, en un deporte que al igual que a nosotros le tocó aprender.
La clave estaba en encontrar el equilibrio, primero hacia atrás y luego hacia adelante a lo Michael Jackson, fue divertido. Si bien al principio fue difícil ponerse en onda para lograr la sintonía con el sandboard, de a poco, el poner cera a una tabla se hacía con más agrado, e incluso quedamos con gusto a poco.
Camila Pastén, dueña, creadora de la empresa El Chanoboard, una agencia de turismo de Copiapó en la Región de Atacama, que se dedica al turismo aventura, con foco en el sandboard y en la Ruta del Desierto, estuvo tomando nuestras manos y enseñándonos las técnicas para deslizarnos por la arena.
Ella nos comentó en el transcurso de la odisea, que cuando comenzó a practicar el deporte lo hizo porque su pareja era aficionado al sandboard y de tanto acompañarlo comenzó a tomarle el gustito y de ahí vino el momento en que fueron acreditados como especialistas, los mismos que cuentan con implementación de primer nivel para ofrecer a los turistas y deportistas que quieren aventurarse en las dunas del medanoso en la Región de Atacama.
“Atacama cuenta con el campo dunar más grande de Chile, entonces potenciar el Sandboard que sería la actividad de bajo impacto más recreativa para el copiapino es nuestro mayor motivo”, comparte con orgullo.
La especialista nos señala que “llevamos más de 2 mil clientes, la mayoría extranjeros. Gente que ya hace snowboard y que usa el sandboard para complementar su deporte. Mucha gente que es snowboarder profesional chilena viaja fuera de Chile cuando termina la temporada y se dieron cuenta de que en Chile se puede realizar este deporte sin nieve, es lo mismo, pero en diferente superficie”.
Atacama sin señal
Una de las cosas que más le impacta a la gente al llegar al lugar es el estar tan cerca de Copiapó, pero desconectados, porque el mar de dunas se encuentra a 20 minutos de la ciudad, pero sin señal telefónica de ninguna especie, “ya no tienes conexión con nadie, ya no tienes contaminación lumínica, ya no tienes contaminación acústica, de los colores, el color del cielo, la textura de la arena es algo con lo que conectan mucho las personas en venir aquí”, expresa Camila.
Es que estar en el lugar es viajar un poco a la luna, sin embargo con la mejor conexión con la tierra, con la arena del desierto más árido del mundo, el de Atacama.
Minimizar el impacto al medio ambiente es parte de la experiencia
Camila nos señala que “al ingresar a la duna nosotros siempre ingresamos por un solo sendero, caminamos todos por la misma fila para que la erosión del viento haga su trabajo y la borre lo más rápido posible. Al contrario, al ingresar en vehículo la huella se demora mínimo dos semanas en borrarse, tenemos una conciencia total con eso. También una huella de vehículos para una persona que no sabe realizar este deporte es una caída segura, se vuelve un surco y es un salto para una persona inexperta. Entonces, evitamos correr ese riesgo”.
“La basura es un tema, andamos con bolsas por cliente para que ocupen con sus residuos y enseñamos las tácticas de cero rastros para ir al baño. Si se dan cuenta, estuvimos toda la tarde aquí y no vimos ninguna basura. intentamos que se mantenga de esa misma forma”, comenta la instructora certificada de sandboard a nivel nacional.
Recomendaciones para practicar el deporte
La invitación que realiza Camila Pastén es a no limitarse “estamos a 20 minutos de la ciudad, Copiapó como punto de llegada, perfecto, porque nos queda a pasos, a cinco minutos de Copiapó ya tenemos lugares para realizar esta actividad, podemos hacer una ruta de las mil dunas, como dijimos antes, Atacama tiene arena por montón, entonces limitarse, hay personas que tal vez no quieren hacer sandboard, pero quieren conocer este lugar, entonces se puede caminar, se puede jeepear en otros sectores, hay actividades para todos”.
La especialista en turismo aventura dio cuenta que es una actividad que todos y todas pueden realizar, si bien no todos llegan a subirse a una tabla, siempre hay un panorama que se puede realizar en las dunas. “Hemos hecho actividades para niños de dos años hasta adultos de 80 que lo han hecho sin problemas. Esto es una actividad paso a paso. Les enseñamos a frenar, usamos pendientes que no tienen inclinación para que todos lo puedan lograr, o sea es una experiencia entretenida y disfrutada por todos”.
Valor del tour
Cabe señalar que los valores parten en los $35 mil pesos en salidas grupales, familiares, modo caravana, así como tour personalizados que bordean los $100 mil pesos. Todos los tours incluyen el arriendo del equipo, que consiste en tabla, botas, entre otros.
Finalmente, Camila, que forma parte de la empresa familiar El Chanoboard junto a su pareja, Cristian Castillo, quiso invitarlos a seguir sus redes sociales donde los pueden encontrar como elchanoboard en Instagram, Facebook y en las diferentes plataformas de internet para que se entusiasmen en llegar a Copiapó y aventurarse en dunas tan desafiantes como las que permiten un poco volar y botar el estrés, que pueden dejarlos incluso como a mí, con ganas de volver a subir la duna Ballena y asimismo, disfrutar del turismo aventura de la Región de Atacama.