Por Claudio Arellano Cortés
Candidato independiente a Alcalde de Graneros
Sin duda, nuestro país atraviesa por una situación crítica en materia de seguridad. En el último tiempo hemos sido testigos de gravísimos episodios sangrientos: En abril, tres suboficiales de Carabineros fueron asesinados y quemados de madrugada en el camino entre Cañete y Tirúa, en la Provincia de Arauco, Región del Bío Bío. El fin de semana pasado, las comunas Lampa, Quilicura, Talagante, Pedro Aguirre Cerda, Independencia, Renca, Cerro Navia y Estación Central fueron escenarios donde se registraron asesinatos y homicidios, ya suficientemente descritos por los medios de comunicación nacionales. Y todo esto, sin considerar los episodios delictuales ocurridos en otras zonas del país.
Y ante esta crisis, que se ha ido intensificando hasta llegar a extremos no conocidos hace algunos años, ¿cómo reacciona la clase política? Sin duda, los políticos no han estado a la altura de esta emergencia, pues en un tema tan relevante como este, que requiere unidad y colaboración, siguen “sacándose los ojos” y no muestran voluntad de entendimiento. Se mantiene una actitud confrontacional que demuestra la pequeñez, la falta de sentido de país y la irresponsabilidad frente al crimen organizado, al narcotráfico y a la migración ilegal, que nos ha llevado a tener la mayor tasa de criminalidad de nuestra historia.
Esta división de los políticos, que no es de ahora, se ve acentuada por la cercanía del proceso electoral que viviremos a fines de octubre próximo. Por una parte, el gobierno, que al parecer recién comienza a darse cuenta de la gravedad del problema y reacciona frente a los graves hechos descritos, y, por otra parte, la oposición, que parece solo buscar renuncias de la Ministra del Interior y los subsecretarios, lo cual no facilita la posibilidad de entendimiento en la búsqueda de soluciones.
A lo anterior, se añade la evidente incapacidad política para realizar las reformas sobre seguridad. Falta liderazgo y valentía para enfrentar este problema que amenaza con instalarse de manera definitiva. Ya sabemos que estas organizaciones criminales hacen un trabajo silencioso para corromper a políticos y policías. Cuando eso ocurre, la sociedad se degrada y se hace imposible volver atrás. Es lo que ha ocurrido en otros países de América y Chile muestra ya niveles crecientes de corrupción. Un ex fiscal, ha señalado que desde el año 2020, el Ministerio Público alertó sobre la presencia de bandas delictuales extranjeras y de una serie de debilidades de nuestro sistema.
¿Y qué ocurre en Graneros? Obviamente, nuestra Comuna también sufre el aumento de la delincuencia. Hace pocos días, en un acto público, conversaba con un suboficial de Carabineros, quien me señalaba que la situación de inseguridad en Graneros ha aumentado. Y en mis conversaciones con familias y organizaciones comunitarias surge como gran inquietud la inseguridad, que ha venido a cambiar esa tradición de pueblo tranquilo donde todos nos conocíamos y podíamos caminar por las noches sin el temor de ser asaltados. Balaceras, asaltos, robos, tráfico de drogas, son hechos concretos que ocurren en nuestra Comuna y han generado temor en los habitantes.
El Municipio de Graneros tiene una Dirección de Seguridad Ciudadana cuyo objetivo es apoyar, fomentar e implementar medidas de prevención en materia de seguridad vecinal, para brindar bienestar a la ciudadanía. Una de sus funciones es denunciar a las autoridades policiales correspondientes las situaciones que pudieren afectar la seguridad ciudadana y requerir su solución cuando proceda.
Nuestra tarea a futuro será potenciar dicha Dirección, realizar todas las gestiones necesarias para aumentar la dotación de Carabineros y, en la medida de lo posible, lograr que se instale en Graneros un cuartel de la PDI. Además, organizar a las juntas de vecinos para su protección y reforzar al máximo las medidas preventivas, pues el Municipio no puede intervenir en los casos de delitos, los cuales son de exclusiva responsabilidad de las fuerzas policiales y del Ministerio Público.
