Alcalde establece puesto de mando en La Cabaña y critica ausencia del gobierno en inundaciones de Graneros
Luego de que una treintena de familias fueran evacuadas de sus casas, completamente anegadas la jornada de ayer domingo, el municipio encabezado por su alcalde, Claudio Segovia, estableció un puesto de mando en la localidad de La Cabaña en Graneros.
Las familias en su mayoría fueron conducidas al albergue comunal, mientras que en algunos casos hubo vecinos que decidieron permanecer en el sector, dado a la inseguridad de dejar sus hogares.
El edil expresó que “estamos en la localidad de La Cabaña, al costado de la Ruta Travesía, hacia el Oriente. Hemos tomado la decisión, con nuestro equipo, de establecer un puesto de mando, donde hay salud, donde hay apoyo social y también solidaridad. Aquí va a haber café, va a haber alimentación para todos los damnificados que han quedado de la catástrofe que hemos vivido aquí en La Cabaña, donde más de 26 viviendas están absolutamente bajo el agua”.
Molestia con el gobierno
“Queremos señalar que el trabajo de los funcionarios municipales, de los bomberos, de los carabineros ha sido decisivo, en ausencia de los organismos del Estado que también ha sido muy notoria”, manifestó Segovia.
El mandamás del territorio granerino se mostró molesto y realizó diversos llamados por redes sociales al gobierno a hacerse presente en su comuna en las diversas emergencias que le afectaron por tres días – a raíz del sistema frontal que causó inundaciones con evacuaciones de familias en Las Mercedes, Santa Julia y finalmente La Cabaña, donde expuso su reclamo por redes sociales durante la jornada del domingo, dado a que la comuna no fue priorizada por ningún equipo gubernamental debiendo asumir la evacuación de 30 familias del sector cercano a la Ruta Travesía registrado el mismo día, el municipio con bomberos y carabineros locales.
Finalmente, Claudio Segovia, expuso la conversación con el delegado presidencial, Fabio López, por lo que calificó como nula acción y respaldo a los vecinos de La Cabaña, donde le enrostró no haberle llamado antes, ni haber ayudado en la que calificó como catástrofe granerina.
