Este es un llamado de atención para todos los que decimos creer o profesar una fe. Para quienes decimos creer en Dios. Porque lo que vivimos días atrás —esa conmemoración profunda de la muerte y resurrección de Cristo— no puede quedarse solo en una fecha marcada en el calendario. No puede ser simplemente una celebración pasajera dentro de cuatro paredes.
Querido, la historia no terminó en la cruz ni en la tumba vacía. La historia continúa. Y esa historia hoy se escribe contigo, conmigo, con todos los que afirmamos tener fe. El mensaje de Cristo no fue un espectáculo con principio y fin. Es una misión que sigue viva y que nos llama a actuar.
El verdadero sentido de lo que recordamos en Semana Santa debe empujarnos a salir, a caminar las calles con un amor que transforme. A servir, a liderar con humildad, a amar intensamente, sin juzgar ni discriminar. A brindar esperanza a un mundo que la necesita con urgencia.
No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que pase el tiempo hasta la próxima Semana Santa, como si la fe sólo se activara por temporadas. Porque Dios no se limita a celebraciones ni a rituales. Él busca corazones dispuestos. Y no se trata de ser santos para creer, sino de creer incluso con dudas, con miedos, con heridas. Es ahí, en esa vulnerabilidad, donde Dios hace sus milagros más profundos.
A veces hemos invertido el orden de las cosas. Hemos creído que nos toca juzgar o transformar. Pero no. Esa no es nuestra tarea. Nuestra única misión es amar. Dios se encarga del juicio. El Espíritu Santo, de transformar. Nosotros, de amar con un corazón sincero y compasivo.
La historia continúa. Y lo hace cada vez que actuamos con amor, cuando nos levantamos por los demás, cuando decidimos vivir la fe como un testimonio cotidiano, no como una tradición vacía.
Que no se nos olvide: el show no terminó. Apenas está comenzando. Y nos necesita a todos como protagonistas de un mensaje que sigue más vivo que nunca.
Se parte y marca la historia, no con intenciones, sino con hechos.
Nicolás Aranda
comunicador y conferencista
Por @nicolasaranda__
