“Hilando huellas” busca enseñar el oficio de talabartería a internos de la cárcel de Peumo
El programa pretende rescatar hasta la última materia prima del cuero animal y dar nuevas utilizaciones a los productos.
Seis internos del Centro de Detención Preventiva de Peumo junto a la talabartera Lesly Armijo, desde hace algunas semanas, están trabajando en un innovador proyecto piloto que pretende utilizar hasta el último pelo del animal y convertirlo en materia prima para realizar trabajos en artesanía.
El proyecto bajo el nombre “Hilando Huellas”, según su gestora pretende recuperar todo el desperdicio del cuero y hasta el último pelo del animal, con la idea clara de llegar a un fieltrado o hilado, donde se le pueda dar una segunda vida al pelo que, hasta este momento se pierde, no tan sólo en la unidad de Peumo, sino en todos aquellos lugares donde se hacen trabajo en talabartería.
Lesly Armijo, artesa, talabartera y creadora de la marca “Morena Crea”, destacó que la idea de utilizar hasta el último pelito del animal, surge posterior a un viaje que realizó a el Valle del Elqui, donde conoció a un artesano que utilizaba el pelo de la cola de caballo para hacer riendas, y “ahí me pregunté cómo puedo darle vida a este pelito que se pierde cuando trabajamos con el cuero “, enfatizó.
La artesana con más de diez años de trayectoria, recuerda su llegada a Gendarmería de Chile en el año 2017 gracias a una profesional de la Institución que le ayudó a desarrollar su primer proyecto “Tradición de Manos de Mujer”, iniciativa desarrollada en el CCP de Santa Cruz, y que como reconoce Armijo, fue el puntapié inicial de su trabajo en las cuatro unidades penales de la región.
“Ha sido un trabajo de largo aliento, pero que ha dado frutos”, destaca, añadiendo que en este momento el proyecto que le quita el sueño es poder trabajar el pelito del animal tal como lo imagina.
“Los internos que trabajan conmigo están súper curiosos por el resultado de esta idea y expectantes por saber qué haré con el pelito, pero yo les digo que, ni yo sé si resultará algo, de todas maneras si todo sale bien ellos serán parte importante de esto”, dice la talabartera.
Para el jefe técnico regional, Felipe Poblete, el trabajo de los emprendedores en el proceso de reinserción es un impulso para los privados de libertad, ya que a través de éstos ven el reflejo del cumplimiento de metas y sueños. “Nos permite entregar herramientas y competencias para que los privados se desarrollen de mejor manera en el ámbito laboral, preparándolos para el momento del egreso, mostrándoles una realidad distinta a personas que creen en los cambios”, finalizó.