Por Marina Nicola
Vicepresidenta Regional de Ventas en Salesforce
Gracias al cambio cultural que ya venimos presenciando desde hace algunos años y del cual las compañías también están haciendo eco y promoción, vemos que el concepto de igualdad está tomando fuerza y relevancia, pero aún falta mucho por avanzar. Cada uno de nosotros como líderes somos parte de esta transformación y responsables de poder sumar todavía más en estos procesos tan radicales.
Sin ir más lejos, en el área STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que antiguamente solía ser considerada como “cosa de hombres”) los principales aportes que las mujeres estamos haciendo son nuestra visión, el romper con algunos paradigmas del sector, motivar y animar a muchas otras colegas y niñas a sumarse. Soy testigo de cómo equipos mixtos o con liderazgos femeninos adquieren una dinámica y una fuerza que impulsa una mejor comunicación, un mejor ordenamiento y planificación, un espíritu más colaborativo -tanto de equipo como entre líderes-, una buena gestión de la velocidad laboral o de situaciones específicas que conllevan la posibilidad de generar más innovación. Las mujeres en tecnología, en general, aportan en humanizar el negocio, están siempre abiertas a nuevas ideas, a explorar y arriesgarse más. Y, personalmente, creo que esto tiene que ver con que cada vez más encontramos que nuestra opinión es valorada, que ya no tenemos que sentir miedo o vergüenza al manifestar nuestras voces.
Por otro lado, creo firmemente que la mujer complementa y potencia distintas habilidades del hombre, haciendo que el equipo de trabajo mixto sea exponencial. La mirada femenina tiende a sumar características propias como la tan famosa capacidad de multitasking, el poseer una mayor sensibilidad y poder estar más atentas a las vulnerabilidades de los equipos y las personas. Estas cualidades son extraordinariamente valiosas en el sector tecnológico. Y también los propios hombres han podido ser testigos de estos aportes y de esta otra mirada en sus trabajos, y eso conlleva a una mejor integración y complementación.
Por la naturaleza de mi rol, creo que particularmente la mujer latinoamericana posee una gran pasión y energía. La definiría como una luchadora increíble. Veo en equipos de mujeres, en clientes y colaboradoras de otras industrias, que siempre tienen entusiasmo, contagian positividad y tienen la fuerza que se requiere para liderar equipos, llevar un negocio, un emprendimiento o cualquier desafío que se propongan. Asimismo, la colaboración está en su ADN y aquellas que ya han realizado cierto recorrido, brindan su experiencia a otras y otros; están abiertas a compartir y seguir inspirando a nuevas generaciones.
Pese a todo esto, y aunque ha aumentado con los últimos años, todavía falta mayor presencia femenina en tecnología. Evidenciamos que el problema de raíz nace en las etapas más tempranas de desarrollo, ya que aún son minoría las niñas que consideran carreras asociadas a la Ciencia y la Tecnología como una opción al momento de visualizar su futuro profesional.
Por eso es tan importante seguir expandiendo y conociendo las historias de mujeres que están en posiciones de liderazgo en esta industria, para seguir contagiando y dando a conocer de qué se trata este camino; que la mujer sí puede sumarse y que tenemos grandes referentes como modelos a seguir. Es fundamental que los gobiernos y las empresas tengan más programas, proyectos y reconocimientos, dado que ayuda en el proceso de visibilidad.
Otra historia son los cargos directivos, en los cuales, si bien se ha avanzado, hay todavía un largo camino por recorrer para lograr paridad. Según un estudio de ONU Mujeres desarrollado por EY (Ernst & Young) sobre la «Demanda de Mujeres en la Industria Tecnológica en Chile”, la participación femenina alcanza el 35% en los cargos de entrada, disminuyendo a un 30% en los cargos de jefaturas y a solo 15% en los gerenciales. El último reporte del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo da cuenta que, de las más de diez mil personas con perfiles vinculados al sector de la tecnología y la ciencia, sólo el 16% corresponde a mujeres.
En este sentido, en Salesforce creemos en la importancia de promover la igualdad que es, de hecho, uno de nuestros pilares, y por eso impulsamos múltiples acciones para promoverla. Una de ellas es la capacitación. Hemos visto, a través de Trailhead -nuestra plataforma online de aprendizaje gratuito- que son muchas las mujeres que se animan a adquirir estos nuevos conocimientos y herramientas para insertarse o escalar en el mundo laboral.
Quienes lideramos en empresas tecnológicas, debemos reforzar el plasmar hechos concretos, con propuestas igualitarias de mejora, diálogo e inserción para mujeres y hombres, con los mismos espacios de oportunidades, desarrollo y crecimiento.